viernes, 15 de noviembre de 2013

BALONCESTO

 

                                     Llevo escribiendo en mi blog más de tres años, he hecho muchísimas referencias a este magnífico y maravilloso deporte, pero jamás (hasta hoy) he escrito una entrada sobre este tema.

No voy a daros la brasa con nombres (si os la voy a dar), resultados y demás, simplemente voy a relatar porque estoy enamorado de este deporte.

                   El basket es mi deporte favorito (eso ya ha quedado muy claro), me encanta ver partidos en la tele de la NBA, la liga ACB y la Euroliga (también las selecciones nacionales claro), lo he practicado todo el tiempo que he podido, más bien todo el tiempo que mis pies me lo han permitido, ahora sufro de una maligna fascitis plantar (como Joe Arlauckas o Tim Duncan en su momento) que me ha retirado de las canchas casi totalmente (tampoco pasa nada, el baloncesto no pierde nada con mi jubilación).

Soy fiel seguidor del baloncesto europeo y americano desde los catorce años (tengo treinta y tres actualmente), con esta edad cayó en mis manos un desplegable del diario “El Mundo” con todas las plantillas de la NBA, desde ese momento no he podido parar de almacenar en mi disco duro (cerebro)  nombres, alturas, posiciones, nacionalidades, quintetos y grandes momentos de este maravilloso deporte, momentos como el mundial que ganamos en Japón con Pau lesionado, los eurobasket aplastando a Serbios y Franceses, las finales de la NBA de los Bulls contra Utah Jazz con Jordan haciendo cosas que jamás volveré a ver, Gasol levantando el trofeo de campeón de la NBA, ver jugar a los Sacramento Kings de Webber, Christie, Stojakovic, Bibby y el inigualable Vlade Divac (como jugaban, era increíble, lo mejor que visto en una cancha), el super triple de Herreros contra el Tau que nos dio una liga, Aleksandar Djordjevic con los dedos apuntando al techo del Palau celebrando la liga con la camiseta del Real Madrid, el mate de Pep Cargol destrozando el aro de Olympiacos que certificaba la octava copa de Europa del Madrid, coronando a Sabonis como el más grande de los pívots que han jugado jamás a este deporte y mil cosas más me vienen a la cabeza, todas gestas increíbles y emocionantes que solo el baloncesto pudo y puede darnos.

Me lo he pasado genial, pero también he sufrido grandes decepciones, claro está, pero paso de recordarlas, ya habrá algún cabron que cuando lea esto me las echara en cara.

No puedo hablar de mi pasión por este deporte sin mencionar a la persona que mas me influencio, que no es otra que mi mazado y escultural hermano, amante absoluto del basket, que desde pequeño lleno nuestra habitación de posters de jugadores tanto NBA como FIBA, añadir que le jodi alguno (pintándoselos por ejemplo) con su correspondiente bronca y collejón (me lo había ganado la verdad).  Jordan, David Robinson, el inigualable “Dream Team” (primera selección de jugadores NBA), Larry Johnson, Ismael Santos, Sarunas Marciulionis entre otros muchos decoraban las paredes de nuestra habitación.

Por su culpa en mi casa siempre había un balón de basket en la terraza y zapatillas basketboleras súper chulas en nuestra habitación. El siempre le ha dado caña al basket, jugando en infinidad de equipos, es bastante bueno el tío, a mi me enseño muchas cosas y jugar con él era como si Scottie Pippen se echara una pachanga contigo y tus amigos.

Mi hermano compraba (cuando podía al principio y luego cada semana) la revista “Gigantes del Basket” que seguro que a algunos os sonara, no era fácil que me la dejara, porque siempre ha sido un tío muy posesivo con sus cosas, pero tras aguantar muchos insultos y unas cuantas amenazas mortales en caso de desperfectos ocasionados por mí en su revista, me la dejaba.

Me encantaba y encanta empaparme de las estadísticas de los jugadores, de ACB, NBA, Euroliga y demás, saber quiénes son los mejores jugadores en función de sus números y de su productividad en la cancha, saber que un tal Kevin Salvadori  jugó un mes en los Bulls y tonterías de ese calibre me encantan, se podría decir que soy un “friki” del basket, pero si los tíos que se saben el nombre del segundo portero de Corea del Norte son considerados como “aficionados” del futbol, pues yo de “friki” nada, yo aficionado.

Soy un fiel seguidor del Real Madrid de baloncesto (y de futbol, pero menos la verdad) desde los tiempos de Kurtinaitis y Sabonis, así que ha llovido bastante. Mis jugadores favoritos del Madrid son Joe Arlauckas, Arvydas Sabonis, Louis Bullock, Felipe Reyes y el gran Alberto Herreros, entre otros muchos.

Soy tan fan, que lo que más me gustaría ver, deportivamente hablando, es ver al Madrid levantando la copa de Europa una vez más. La octava de los Sabonis, Lasa, Cargol y demás no la valore en su justa medida, era un crio y no le di la importancia que merecía. Sería lo más grande ver al Chacho, Llull y Felipe levantar la copa de campeones, porque se lo merecen, por su entrega, su juego y los cojones que ponen en la cancha.

En la NBA soy más veleta, cuando jugaba Jordan, era de los Bulls (como todo el mundo), cuando Gasol ficho por los Lakers, pues de los Lakers (que grande es Pau, el mejor jugador español de todos los tiempos, con permiso de Juan Carlos Navarro claro).

Pero un equipo tiene mi simpatía desde siempre, los Dallas Mavericks, y todo por un poster descartado por mi hermano, Derek Harper, Leon Smith y el gran Rolando Blackman ocupaban dicho poster. Aunque los Mavericks eran muy malos en ese momento, pero malos de cojones, les cogí cariño. Les he seguido siempre, perdiendo o ganando. Contra todo pronóstico, hace tres o cuatro años, les vi ser campeones, Nowitzki (gran líder de estos Mavericks actuales) se lo merecía, también Kidd y Terry, llevaban muchísimos años luchando por conseguirlo. Así que otro gran momentazo para la mochila.

En la actualidad me encantan los Miami Heat, odiados en general por el resto de aficionados españoles (que como son unos tirillas en general pues odian al gran y musculado “King” James). Lebron es el más grande ahora mismo, y al igual que Jordan, hace cosas en la cancha que solo él puede hacer, como digo siempre, juega al minibasket, rodeado de niños, es muy bruto este jodio, pero también sabe jugar a esto a las mil maravillas, todo un mega crack.

El baloncesto es el más grande de los deportes, el más emocionante, en cuestión de segundos puedes perder un partido que tuvieras ganado (que se lo digan al Tau), un jugador puede coger una buena racha y meter veinte puntos seguidos sin fallo, el Chacho Rodríguez puede echar el balón a volar y que Slaughter lo meta en el aro haciéndolo aterrizar con un mate brutal o que Felipe Reyes se tire un triple de espaldas a cuatro decimas para el final del segundo cuarto y el balón entre limpio sin rozar el aro.

Solo el basket nos da estos momentazos, así que para terminar solo puedo escribir y bien grande:

 

             “I LOVE THIS GAME”