lunes, 23 de mayo de 2016

DINERO



                                        El individuo que lo tiene en grandes cantidades es el más feliz de los hombres, el que carece de él, o no dispone de la cantidad que considera necesaria para cubrir sus necesidades, es un ser gris, triste y preocupado, porque si algo está claro señores míos, es que todos necesitamos pasta (billetitos y moneditas) y cuanto más tengamos mejor para nosotros, lo malo es que siempre deseamos tener más, así es la avaricia humana, insaciable, y con la pasta se manifiesta en la mas miserable y cruel de sus formas, somos capaces de traicionar, arrastrarnos, pelotear, pisotear y hacer cosas miserables con tal de conseguir ganar mucha pasta.
Y todo esto, para tener la mejor casa posible, el coche mas lujoso, ropa de marca y un móvil carisimo con el que mirar Facebook, y usar Whatsapp. Y así sentirnos muy por encima del resto de seres que no disponen de nuestras magnificas posesiones, alcanzando la plenitud personal y la felicidad.
Gracias a Dios, no todos somos así, y por eso existe tanto hijo de puta forrado, que aprovechándose de la buena fe y la honestidad de muchas buenas personas se montan en el dólar y se llegan a convertir en figuras influyentes de nuestra sociedad.

                        Cuando eres un niño, el dinero no representa un gran problema, no te preocupa, siempre y cuando tu familia disponga del sustento necesario para poder vivir con dignidad,si tus viejos están sobrados tampoco pasa nada, mejor que mejor.
Salvando los extremos, cuando eras un niño, te conformabas con poco, tu madre te soltaba veinte duros ( dos euros de hoy en día) y eras el crio más feliz del mundo, tenias para un refresco y pipas, o para unas cuantas chucherías. Si te sobraba algo, pues te comprabas unos cromos o te lo ahorrabas para pillarte un cómic (si amigos, antes con cien pesetas se podían hacer un millón de cosas más que ahora con un euro de mierda). No te hacía falta gran cosa, tus gastos básicos estaban cubiertos y tu afán consumista estaba durmiente por el momento, solo tu necesidad de azúcar te empujaba a gastar dinero.
Parece mentira pero a medida que un crece, su necesidad de tener más pasta es proporcional, es decir cuando tienes dieciséis años necesitas dinero para la ropa de pokero, los cigarretas, el calimocho, para la entrada de la discoteca… Cuando cumples veinticinco necesitas más aun (cambias los litros de birra por el Brugal con limón) para comprarte un coche, pagar las cenas románticas con la churri, el tabaco y demás. A los treinta para cambiar de coche, comprar una casa, casarte, etc.
En fin que la vida es un gasto continuo, progresivo y permanente, pero cuando finalmente eres libre para disfrutar de tu vida, es decir cuando te jubilas, te dejan los bolsillos medio vacíos, pero eso sí, tu “abono transportes” es muy barato y puedes hacer viajes baratos con el Inserso, que bien, ¿no? (pretendía ser sarcástico).

                                    Todos sabemos que el dinero por sí mismo no da la felicidad (bueno, eso es lo que se suele decir), pero siempre ayuda (nos ha jodido). A mí este topicazo siempre me ha sonado como un intento cutre de hacernos creer a los pobres que con el amor y la felicidad que nos aportan los nuestros, podemos tener una buena vida, plena y satisfactoria, mucho mejor que si tuviéramos casas, mujeres, coches, joyas, viajes y dinero a destajo. A mí que me suelten la pasta, que ya te digo yo que seré feliz, si tuviera yo ocho o diez Aston Martin, setecientos millones de euros en el banco y un Jet privado….sería tan desgraciado…., y si no consigo ser feliz, seguiré esforzándome invirtiendo en mujeres, cochazos, viajes y mansiones.
Yo nunca he visto a un tío forrado decir “dono todos mis bienes a los niños africanos, porque voy a trabajar de ocho de la mañana a ocho de la tarde, de lunes a sábado, en una tienda de caramelos por 550 euros al mes”. Es cierto que personas “megaultrasuperforradas” han hecho grandes donaciones de dinero, pero vamos es como si yo dono dos euros para los pobres, es decir, les sobra tanto el dinero que lo que para nosotros es una burrada de pasta, para ellos es calderilla, además seguro que haciendo estas cosas blanquean dinero o les desgrava en los impuestos (que a mi estos no me timan). Nadie suelta la pasta sin beneficiarse por ello, y menos aun todas las multinacionales que dan becas para estudios universitarios, que dan grandes ayudas económicas para los países del tercer mundo y ese tipo de cosas. Lo hacen para lucrarse sin ningún tipo de decencia o dignidad en sus actos, aparentemente altruistas.
Está claro que el amor no lo compra el dinero, o eso creo, pero tener que vivir toda tu vida pendiente de que te ingresen una cifra en tu cuenta bancaria para poder hacer frente a todos los problemas que se te presentan, es una putada, y encima que te cobren intereses abusivos, es para coger a los hijos de puta de los bancos ( menos a mis amigos que curran en alguno) y cortarles las pelotas. Encima de que estas jodido, te están metiendo un hierro al rojo por el culo, que no te sacaran hasta que hayas pagado hasta el último euro de tus deudas, y si no lo haces, ya responsabilizaran a tus familiares de tus impagos, para que ocupen tu lugar y aflojen la tela. Pero así es el mundo que nos ha tocado vivir. El que tenga pasta que disfrute de ella y el que no, pues a seguir echando el “euro millón”, con suerte en alguna reencarnación puede que te toque y salgas de pobre.

                            Por último comentar la típica coña entre amiguetes, poniendo precio a comerse una cucaracha, o dejarse hacer alguna cochinadita sexual a cambio de dinero. Todos nos ponemos dignos y decimos “ni por un millón de euros lo haría”. Lo que me iba a reír si le pusieran en los morros el millón a mas de uno, iban a comerse kilo y medio de sapos, hormigas, grillos y lo que hiciera falta y encima con una sonrisa de oreja a oreja y relamiéndose por su increíble buena fortuna.


PODEROSO CABALLERO ES DON DINERO