He sido fumador casi
toda mi vida adulta, empece con este vicio a los dieciséis años,
motivado por las clásicas idioteces de la edad, para parecer mas
machote, adulto e interesante. En realidad era un imberbe
con un cigarro en la mano, haciéndome el “guay”.
A
los veinte lo deje por primera vez, estando en el parque con mi novia
de aquel entonces, cogí el paquete de tabaco y lo lance sobre el
tejado de un bar, a base de fuerza de voluntad conseguí dejarlo por
completo, pero a los dieciséis meses me dio por dar una caladita
estando de fiesta y a las pocas semanas estaba otra vez enganchado.
Pasaron
un par de años y volví a ponerme al tema, aproveche que estaba con
un catarro muy fuerte que me impedía fumar (cosa que intente), y me
leí el libro “Es fácil dejar de fumar si sabes como” de Allen
Carr, si,el mítico “libro” del que todos los fumadores hemos
oído hablar alguna vez en nuestras vidas, pero que para todos los
fumetas es una puta mierda porque el tío ese que lo escribió murió
de cáncer de pulmón, lo cual sirve para desacreditar todo su
trabajo. Pero hay quedan los millones de personas que dejamos de
fumar gracias a él. MUCHAS GRACIAS SEÑOR CARR.
Pues
bien lo leí como si fuera la Santa Biblia y adopte las consignas que
en él se recogen como “Palabra del Señor”, teniendo Fe ciega en
sus directrices. Me ayudo a lo bestia, al fin tuve herramientas que
me ayudarón a entender lo que realmente me estaba ocurriendo y a como solventar determinadas situaciones. El libro se puede descargar gratuitamente en internet, leerlo.
Pues bien, lo
volví a dejar veintidós meses, pero de nuevo caí, se caso mi
hermano, y al mes siguiente mi primo. Dos bodas, pitis al canto, y
encima me dejo mi pareja después de nueve años juntos, así que
mas pitis y de nuevo
enganchado (penoso la verdad).
Han
tenido que pasar doce años, para que me hayan vuelto a entrar las
“ganas” para volver a dejarlo, doce jodidos años, y aun tengo que
darle las gracias a Dios que no hayan tenido que pasar treinta para que
se me abrieran los ojos otra vez.
Esta
vez he leído otros libros, pero ha sido de nuevo la obra de Allen
Carr la que mas me ha ayudado. Aun así de los otros libros he
descubierto una nueva arma para luchar contra el tabaco, y no es otra
que, utilizar una “premisa guía”, que nos permitirá obtener el apoyo que necesitamos y alentarnos a seguir con nuestro proceso de
“desintoxicación”.
De
esta manera he parido lo que yo considero un buen método para dejar
de fumar (para mi lo ha sido), basándome en lo leído y lo experimentado por mi mismo.
El
método se basa en dos directrices, en las que debemos poner nuestra
Fe de manera ciega y absoluta.
1- Comprometerse al cien
por cien con nuestra decisión de dejar de fumar, nada de medias
tintas, esto va a
implicar al menos al principio tener la fuerza de voluntad suficiente
para superar nuestro miedo inicial (que es mucho y que se queda en
nada a los cuatro o cinco días de estar limpio de humos malignos).
Para ayudar a esta
fuerza nos apoyaremos
en nuestra "premisa guía", que sera la que marque nuestro camino y nos
ayude a convencernos de que estamos haciendo lo que debemos. Yo
adopte esta frase de uno de los libros que leí, y me la he repetido
a mi mismo hasta la saciedad durante todo el proceso de dejar el
tabaco. Es la siguiente:
“SABES QUE HAS ELEGIDO EL
CAMINO CORRECTO, AHORA SOLO TIENES QUE SEGUIR ADELANTE”
A
algunos os parecerá una chorrada, pero cuando uno tiene la plena
convicción de que va por el buen camino, repetir esta premisa en nuestra cabeza cuando te aprieta el mono y
dudas de todo…..
ayuda mucho.
2- Ser conscientes
de que nuestra adicción buscara, encontrara y nos atacara con
argumentos muy
convincentes, usando nuestros propios pensamientos (auto-justificación).
Nos conoce muy bien, sabe donde golpear y como hacerlo “vas a
engordar”, “no fumaras tu piti de después de comer”, “no
disfrutaras de las reuniones con los amigos”, “no
esto”, “no lo otro”. Nuestra adicción nos jode para que
tiremos la toalla lo antes posible, usando razones, que por
desgracia, son suficientes para muchos para seguir fumando.
Si
eres consciente de que tu “mal interior” es el que te intenta
dejarte anclado con un cigarro humeante en la mano, seras capaz de
dejar de lado todos esos pensamientos (provocados por tu
drogadicción) que tan solo quieren que te rindas como un cobarde, y
seras capaz de SEGUIR ADELANTE, sabes que has elegido el camino
correcto, solo debes avanzar, desoyendo las cosas malas que brotan en
tu mente, apoyándote en los que te quieren y avanzando, como diría
Rocky Balboa “paso a paso, golpe a golpe, asalto a asalto”.
Tenemos
que ser muy conscientes que nuestra adicción es parte de nosotros, y
que tiene hambre, mucha hambre y va a insistir hasta la saciedad para conseguir lo
que quiere, porque sabe muy bien que a cada día que pasa tu estas
mas vivo y ella mas cerca de su muerte definitiva. Así que no le des
humo a esa hija de puta que solo quiere mantenerte
esclavo de la nicotina y destrozar tu salud.
Todo
esta en nuestra cabeza, no hace falta ser
mas o menos fuerte, lo que necesitas
es creer en
lo que estas haciendo porque sabes que es lo correcto, y que si
sigues adelante lo conseguirás y al fin seras libre.
Dudaras de tu decisión,
pensaras en el tabaco, pero eso es normal, no pasa nada por hacerlo,
pero debemos mantenernos firmes y ,como he dicho y diré hasta la
saciedad. “seguir adelante”
Dejando
el humo vas a conseguir algo mas de dinero en tus bolsillos, y alguna
mejoría en tu salud. Argumentos que tienen muy poco peso en los
primeros días de desenganche. Que bien han invertido su dinero en
publicidad las compañías tabacaleras y los gobiernos, menudo lavado
de cerebro mas grande, que te la sude todo lo bueno que te va a
aportar dejarlo porque tu única obsesión es fumar un cigarro (que
por cierto, te esta matando a 4,55 euros el paquete).
Que
tu adicción no te coma el coco, tu mandas en tu vida, solo si tu te
dejas, ella te vencerá y seguirás siendo su perro faldero. Lo que
te llevara a una vida infinitamente peor que la que tendrías si te
desengancharas de este inmundo vicio.
No
va a ser fácil dejar esta mierda pero como se suele decir “el que
algo quiere, algo le cuesta”, nadie nos regala nada en esta vida, y
normalmente las mejores victorias son aquellas que mas nos han
costado obtener.
Por cierto, nada
de chicles de nicotina, ni parches, ya que al usarlos estas
alimentando tu adicción, y eso es una enorme cagada.
Ojala estos desvarios míos le sirvan a alguien de
ayuda o de inspiración para apagar su ultimo cigarro y decidir pasar del tabaco de una vez por todas. OJALA.