lunes, 23 de mayo de 2011

VECINOS


                                
                                  No convivimos directamente con ellos (lo que faltaba), pero son parte de nuestras vidas, les vemos de vez en cuando (reuniones de vecinos, en la escalera, el supermercado, etc), tenemos que saludarles aunque sea por educación y demás. De una forma u otra, al final interactuamos con ellos, y puede que para bien o para mal, tengamos diversos roces, o nazca entre ambos una gran amistad (que mejor en el mundo que llevarse bien con tu vecino de al lado para pedirle algún favorcillo que otro y tomarte cañas en su casa de vez en cuando).

Pero el objetivo de esta entrada no es hablar de las relaciones con los vecinos de manera exclusiva, hoy voy a retratar los distintos tipos de vecinos que por norma general nos encontraremos en una comunidad más o menos normal, catalogándolos por su carácter y forma de actuar.



El vecino mal educado

               Clásico entre los clásicos, es el típico payaso que te cruzas con él en la escalera y no solo no te saluda, sino que te mira con desprecio, como si le debieras doscientos euros o hubieras atropellado a su perro con el coche. No hace falta decir que no te van a prestar la más mínima atención en público, vamos que si te ven por la calle, como si no existieras. Por unos motivos u otros pueden ser más o menos cabrones, pero suelen tener un factor común, y es que están amargados como ellos solos. No hace falta investigar mucho para descubrir los motivos de su desidia y despotismo, normalmente o tienen un curro muy cabrón (buseros, comerciales, taxistas, etc), o bien tienen unos hijos que son unos perdidos y unos subnormales, o su mujer es un callo, un coñazo y una bruja, o también por la combinación de todos los factores sumándole la maravillosa compañía de su suegra y sus correspondientes reproches y comentarios malignos, que a lo largo de los años han hecho mella en este pobre infeliz.

Aunque te miren mal, luego hay algunos que son “salaos”, pero viven tan encabronados que claro, para dar los buenos días están, cuando no saben ni ellos mismos cuando fue la última vez que tuvieron un “buen día”.

 Pero llega un día y te lo comes en el ascensor, entonces hablas del golazo de CR7, y el tío reacciona, y te dice que es la bomba y entabláis un conversación agradable y ese hombre ya no te mira con mala cara, y de vez en cuando te saludara, incluso por la calle.

Pero por lo general son unos payasos a los que mandarías a tomar por culo a la primera de cambios, pero bueno para eso están las reuniones de vecinos, en las cuales, si el menda este está en contra de alguna propuesta, aprovechas para meterle baza despiadadamente, como un autentico cabrón, con un único fin “que no te salude en el portal, pero porque tiene motivos”.



Vecino mayor de sesenta años (abueletes)

                      Estos son finos, sobre todo porque normalmente te los comes por partes, me explico, normalmente suele ser un matrimonio, es decir, cada uno va por su cuenta, no van juntos a ninguna parte (no se soportan desde hace veinte años), excepto cuando van al médico. Por culpa de esto, al final te los sueles encontrar por separado, lo cual implica comerte la brasa de una y del otro.

Si te topas con el abuelo en el portal, chapa al canto, primero te habla del tiempo, luego de lo mal que ha jugado su equipo el fin de semana, después de lo caro que esta todo y finalmente te meterá un mitin político de dos pares de cojones (para que veáis lo que se desata por dar los buenos días, cabrón el “vecino mal educado”, de lo que se libra el jodio).

Lo que se suponía serian veinte segundos de interactuación, al final son veinte minutos de abuelo cabrón contando gilipolleces, de las cuales pasas y no estas de acuerdo, pero sabes de sobra que sería un terrible error llevarle la contraria o no darle la razón, así que “si señor” y Dios quiera que pase pronto el tema.

Con la “Yaya” más de lo mismo, lo malo, que normalmente lleva dos o tres bolsas de la compra, que pesan alrededor de ocho o diez kilos cada una, y reza porque no lleve carro, porque hay pueden llevar Dios sabe cuantos kilos de comida. Sabes que para mantener tu reputación de buen vecino debes ayudarla con la compra, porque como no lo hagas te va poner a caldo con cada vecino que se encuentre: “El del tercero, el muy sinvergüenza, sabiendo que estoy mal de la pierna, no se digna a subirme las bolsas, y eso que solo llevaba el pan y una botella de leche….”

Los cojones el pan y la leche, llevaba todos los ingredientes para hacerlos, dos kilos de harina, otros de sal, levadura, catorce botellas de leche y con lo que pesaba la otra bolsa debía llevar la maldita vaca dentro. Puta vieja desagradecida, para un día que tenías prisa y no podías ayudarla…..

La ultima situación posible y las mas desesperante y delirante, es encontrártelos a los dos a la vez (cuando van o vuelven del médico), si van, te cuentan lo que van hacerle a uno de los dos, discutiendo por cada detalle entre ellos (demostrando ese amor eterno y maravilloso que se juraron hace cuarenta años), y si vuelven, pues te cuentan lo que les han hecho, todo lo que han tenido que esperar, lo horrible que es el transporte público y lo mal que funciona la seguridad social, todo esto mientras discuten exactamente igual que en el caso anterior (lo malo es que te cacen llegando a casa con ganas de plantar un zurullaco, es en situaciones así cuando descubres el gran aguante de tu esfínter).



El vecino “ruiditos”

                    Clásico soplapollas, que en cuanto pones la tele más alta de lo habitual o cambias dos muebles de sitio, lo tienes llamándote a la puerta para quejarse del escándalo que estas montando y lo muchísimo que le estas molestando a él y a su familia.

De primeras dos opciones, o bien le meterías un soplamocos que le dejarías tirado sobre tu felpudo sangrando como un cerdo mientras llora, o bien le mandarías a tomar por culo, dejando a un lado la violencia, pero claro sabes muy bien que este memo es peligroso, y que te puede joder la vida con sus continuas gilipolleces. Así que te tragas tu mala uva y le pides disculpas, siempre y cuando consideres que él lleva razón, porque es tarde y has hecho ruido o porque se te ha caído la mesa del salón seis veces al suelo.

Pero esta no es la forma de actuar con estos retrasados, lo que tienes que hacer es plantarte con tus dos cojones y mandarle a tomar por culo, explicándole lo mucho que te molesta su cara de payaso, y que estas hasta las narices de oír gritar a la manada de gorrinos que tiene por hijos, y que si no le gusta lo que oye pues que llame a la policía, el ejército o a quien quiera, pero que si sigue en ese plan de tocarte los cojones al final serás tu el que llame al CSI para que investiguen su cadáver.

Suelen ser mortales si bajas la cabeza con ellos, ya que sentirse poderosos contigo se la pone dura (porque vamos si se la tiene que poner la pedazo de fétida de su mujer….), así que con educación o malas maneras hay que marcarles tu territorio para que no te toque los huevos más de lo habitual.



El vecino extranjero

                  Otro habitual en nuestro día a día, no suelen dar problemas normalmente, excepto cuando viven seis o siete familias en el mismo piso claro, lo malo es que cocinan cosas extrañas que huelen raro de cojones, pero vamos que como se lo come él y no tu, pues el mismo, cierras la ventana de la cocina y punto. Estos tíos son un filón para la industria del aire acondicionado, ya que al cocinar tantas fules, en el verano no puedes cerrar la casa para que no te coja olor sin asarte cual cerdo, así que este hecho te ayuda a la hora de tomar la decisión de ponerte uno en el salón (vete tú a saber si el cabrón del vecino este no se lleva comisión por aparato instalado).

Los hay más y menos educados, pero vamos normalmente te saludan, y como suelen tener hijos, pues les haces unas carantoñas a los críos mientras él te cuenta “yo qué coño sé”, porque como no habla bien el español y tu tampoco el árabe, pues no te enteras de una puta palabra, pones cara de gilipollas y le sonríes a todo lo que diga. En estas conversaciones utilizas la palabra “Si” en el 95% de tus expresiones.

Son unos vecinos que suelen ser activos a la hora de ayudarte, vamos que si te ven subiendo una tele te echan una mano, no como el “vecino mal educado” que te aparta de mala manera mientras murmura algo así como “donde ira el subnormal este con semejante trasto”.

A veces montan lio, pero bueno, sabes que cuando lo hagas tu por lo menos no subirá a darte el coñazo como el “ruidos”, de hecho le importara muy poco lo que hagas.



Como últimamente me gusta dejar las entradas a medias, pues nada, hoy no va ser diferente, así que continuara……..


lunes, 16 de mayo de 2011

¿POR QUE ME INSULTAS?


                                A lo largo de nuestras vidas, los que nos rodean, nos dan a ver nuestros defectos físicos o nuestras carencias intelectuales, o ambas cosas a la vez, lo cual lleva a muchos individuos a la más miserable de las existencias, a otros les proporciona fuerza para superarse a sí mismos y mejorar al máximo y a los más inteligentes se la trae al fresco que otro soplapollas le llame esto o lo otro. Son muchos los seres lamentables que solo saben destacar insultando a los demás y riéndose de sus “defectos”, pero para mí los peores son los cuatro subnormales que le ríen las gracias, ya que lo hacen con en el único fin de no ser ellos el centro de las burlas del gallito de turno.
Bien, empecemos pues:
¿Por qué me insultas?
ERES GORDO/A.
                     El sobrepeso humano, uno de los factores que más humillaciones ha producido en el mundo desarrollado. Está claro que estar cerdaco no es bueno para la salud en general, pero tampoco pasa nada por ser más feliz que los demás a la hora de devorar un bollycao o un Tarzan. Además con el tiempo uno puede perder peso y ponerse en forma.
Los “gorditos” son unas personas muy inseguras normalmente, y es fácil achantarlos y machacarlos, ya que en su gran mayoría prefieren evitar los conflictos físicos, la verdad es que no sé porque, yo apostaría antes todo mi dinero por un niño que pese ochenta kilos y mida metro veinte, que por otro que mida lo mismo y sea un raspa de cuarenta kilos.
En el caso de las féminas es algo bastante jodido, ya que les va por edades, cuando son niñas pequeñas no pasa nada, son graciosas, pero cuando se van acercando a la adolescencia la que este gorda esta jodida, sufrirá el rechazo de las demás, los niños a lo mejor serán mas simpáticos con ellas, ya que serán las primeras en tener pechos. Y qué decir acerca de lo que viene después, toda una vida de regímenes, dietas milagrosas y miles de euros en cremas de todo tipo (reductoras, hidratantes, barbacoa, etc.).
Las mujeres sufren mucho mas por la gordura que los hombres, eso está claro (para algo nos tenia que servir a los tíos habernos inventado la sociedad), pero vamos que hay alguna por ahí que más les valdría comer algo, por lo del rollo ese de “morir de inanición”, y a otras les vendría bien cerrar el buche de vez en cuando.
Muchos superan su problema con dieta y ejercicio (que se lo digan al “piraña”), otros medio adelgazan y otros se convierten en unos toneles de cojones (Paquirrin).
ERES TONTO/A
               Salvo notables excepciones, como el tío José que es ingeniero aeronáutico, el primo Manolo que es director del Marca, la mayoría de los mortales disponemos de unas capacidades intelectuales medias o apañaditas, algunos más listos, otros más normalitos y otros más berzas, estos últimos son los que son objeto de todo tipo de putadas e insultos por parte de los demás (que tampoco son unos lumbreras, pero su maldad les da la pericia necesaria para putear a los cartolis que van conociendo).
Hay personas que no dan más de sí, no me refiero a personas con enfermedades mentales o retrasos psíquicos diagnosticados, sino al típico tío que aprendió a leer y escribir con muchas dificultades, que todo lo que los demás conseguían con una relativa facilidad, a él le costaba un esfuerzo extra.  También incluiría en este grupo a la gente que es supertimida, y que por su falta de contacto y la cara de tarugos que ponen cuando alguien les dirige la palabra, pueden pasar por ser unos faltos de tres pares de cojones.
Es muy fácil meterse con este tipo de personas, son inocentes, en algunos casos excesivamente confiados, así que meterles caña es algo que no supone mucho ingenio o esfuerzo. Lo mejor de estos individuos es que a veces explotan, y a lo mejor un día que el abusón de turno lo está corriendo a collejas e insultándole, se gira y le da un bofetón que le saca tres dientes por las narices al payaso ese. Son imprevisibles, se debe tener cuidado con ellos.
Algunos a base de esfuerzo y huevos consiguen hacer grandes cosas en la vida, otros se convierten en vuestros amigos “tolis” (fieles y de confianza), otros los mandan a viveros a plantar geranios, etc.

ERES FEO/A
                 Qué gran putada es tener una nariz desproporcionada respecto a tu cara, o tener unas orejas excesivamente separadas del cráneo, o tener la nariz ligeramente torcida hacia arriba, lo cual te da un aire porcinero, o bien tener los dientes muy grandes, o la frente muy amplia, o llevar gafas de culo de botella (estas gafas te convierten en feo, aunque seas Brad Pitt),tener un pelo cuya textura y colorido es semejante al de una rata, o una combinación de todos los estos factores en mayor o menor medida.
Distinguir entre “feo” y “fea”:
FEO
Ser feo es muy jodido, serás el primero en tener diez o doce motes en el colegio, soportaras las mentiras de tus vecinas cuando eres pequeño, todas las muy perras diciéndote lo majo que eres, Dios quiera que George Lucas no le dé por hacer una peli de Star Wars nueva, para que nadie te compare con ningún puto extraterrestre cutre. El feo esta jodido, y si es tonto y gordo, lo mejor es que se vaya para el circo, así tendrá un porvenir, y quién sabe si llegara a ser una estrella en lo suyo.
El tiempo los convierte en unos tíos muy recelosos, y la mayoría son muy extrovertidos y simpáticos, parece que es contradictorio, pero la mayoría usan el humor para evitar que los demás les recuerden sus pequeños defectos.
FEA
Lo peor que le puede pasar a una hembra humana es nacer desprovista de la más mínima de las bellezas, tener una cara que un kilo de maquillaje no pueda arreglar o mejorar mínimamente, le supone a una mujer un gran trastorno. Si la niña es inteligente explotara sus otras virtudes, y si es un poco idiota e insegura será una desgraciada toda su vida, con tendencias suicidas.
Muchos feos y feas, son personas maravillosas, inteligentes y muy validas, tambien los hay que son unos bastardos y que se merecen su cara mas que nada en el mundo.

Lo dejo aqui, y pongo un molesto "CONTINUARA", debido a que mas de uno de mis lectores me han dicho que me extiendo demasiado, asi que dejo el resto para una proxima entrada. Besos para todos/as y gracias por leerme.



martes, 3 de mayo de 2011

TAREAS NO PROGRAMADAS



                           
                                        Es una gran realidad que nosotros los hombres no somos capaces de realizar determinadas labores con una eficacia y eficiencia tan altas como las que pueda obtener una mujer, puede que sea por patrones genéticos o intelectuales (estamos diseñados para cosas distintas e impedidos parcial o totalmente para otras). Voy a enumerar algunas de estas “Tareas no programadas” en los cerebros masculinos.

1-    PLANCHAR

               Esta sobradamente demostrado que un hombre con una plancha tiene tanto o más peligro que un mono con una pistola, y no es debido a la complejidad de esta tarea (que la tiene), sino a la clarísima falta de habilidad por nuestra parte, agravada por la tendencia de la mujer a mitigar nuestra torpeza, supliéndonos inmediatamente en esta labor, la falta de paciencia para enseñarnos, por parte de ellas, imposibilita adquirir las capacidades exigidas para desarrollar esta función.
Normalmente cuando dos personas (de sexos distintos) se van a vivir juntos, planchar suele recaer sobre la fémina en un 99,97% de los casos.
         2-FREGAR (la cubertería)
                    Fregar es una tarea que gracias a los adelantos técnicos introducidos por el hombre en nuestra  sociedad, es decir, el lavavajillas, debería estar completamente suprimida.
“Cari friega las cositas de la cena”, pues no, vacio o lleno el aparato (lavavajillas), o bien se lava lo que hay dentro o empezamos a llenarlo de nuevo, pero mojar nuestras delicadas manos y someterlas a cambios de temperatura y a productos de limpieza dañinos para las mismas es algo inhumano en el siglo XXI, e innecesario.
Y aun así, si caemos en el trabajo manual, un tío siempre realiza esta tarea con una efectividad menor que una mujer, por varias razones, utilizamos mas jabón (bastante más), no lo limpiamos todo al 100% (siempre dejamos algo de broza en algún plato). Esta es la realidad, pero al menos a traves de la ciencia hemos intentado mejorar la vida de toda la sociedad, y no solo con el lavavajillas, sino con todo tipo de productos para limpiar los cacharros.

           3-BARRER Y FREGAR (los suelos)
                     Evidentemente barrer es algo sencillo, para todos los públicos, nadie puede tener problemas para hacerlo correctamente, algunos tienen más clase que otros al usar la escoba, pero es algo fácil de hacer, ya que solo es cuestión de atrapar la ful y recogerla, y aquí es donde me gustaría hacer una puntualización, para que narices voy a estar yo eslomandome como un cochino para recoger la mierda con el recogedor, cuando puedo pasar la….ASPIRADORA, otro invento del hombre para hacer mas cómoda la vida de todo hijo de vecino.
Pero claro la mujer considera que para las pequeñas pasadillas no hay nada como pasar la escoba por casa (en fin, a barrer).
Fregar el suelo es un coñazo, y encima dejarlo reluciente y sin ningún tipo de marca es duro y penoso, requiere un gran esfuerzo de observación e insistencia por nuestra parte (dándole a la fregona a saco para quitar el manchurraco inmundo de turno). Además fregar siempre trae consecuencias malignas, ya que siempre te sueles dejar el tabaco en la habitación que has limpiado en último lugar y claro, no puedes pisar el suelo porque esta mojado y te toca joderte por haberlo olvidado allí, lo ves encima de la mesa, tan solito, pero no puedes llegar, porque no hay nada peor para tu mujer, que un suelo limpio con tres huellas nítidas de tus pies, marcando el camino del marco de la puerta hasta la mesita del fondo (lugar donde te habías dejado el tabaco, y ella lo sabe).
          4-LIMPIAR EL BAÑO Y LA COCINA.
                   No son nuestro punto fuerte tampoco, tal vez el baño es algo más sencillo, tan solo tiene la complicación del cristal, que aunque parezca mentira es mayor que limpiar la taza del váter, a esta última con echarle lejía y darle con el “cepillo de dientes” ese gigante que suele tener al lado, se suele sacar toda la “mierda” que quede cariñosamente pegada a su regazo. Lo del espejo tiene su explicación, todo lo que se introduce en el baño y se puede utilizar frente a él, mientras nos miramos, pues lo mancha, por ejemplo al lavarnos los dientes salpicamos el cristal con babas mezcladas con pasta dentífrica, que nos peinamos, pues salpicamos con la gomina o con agua, que nos echamos colonia pues lo manchamos igual con ella, que te comes un bocata panceta frente al espejo pues el espejo lleno de aceite y grasaza, al afeitarte más de lo mismo, etc.
Con ello quiero decir que todos estos residuos que quedan se suelen secar y pegar a conciencia en el cristal, convirtiéndose en manchas muy duras de sacar, si eres hombre, porque si eres mujer, no hay problema, lo limpia en dos o tres minutos, le da cuatro o cinco pasadas y limpio como los chorros del oro. Un hombre se puede pegar una hora dando pasadas y al final el espejo refleja un Picasso, es decir, tu reflejo deformado por la extensión de los manchurrones del cristal en todas direcciones. Y bien sabe Dios que no hay manera de sacarlo, si vives solo, y llegas a este punto, cómprate uno nuevo.
       En la cocina pasa algo similar, los fogones y las vitroceramicas son victimas diarias de tu dieta insana, se ven manchados por tomate frito, aceites, grasochas, restos de todo tipo de fules y demás. Todo esto se pega y solidifica, y claro al final para limpiarlo necesitas la ayuda de los dioses del Olimpo. La explicación es muy sencilla, ¿porque un hombre llega a esta situación tan penosa y lamentable?, debido fundamentalmente a su educación, no se puede pedir a un tío, que durante su infancia, su adolescencia y su madurez, solo entraba en la cocina para visitar la nevera, beber agua o preguntar a su madre “¿Esta ya la comida mama?”, que tenga la mas mínima idea de cómo mantener la limpieza, el orden y la sanidad dentro de una cocina. Para él es un lugar de culto, el templo de su madre (ella pasaba mucho tiempo allí), un sitio que respetar y admirar, pero del que no tiene ni puta idea de cuidar….. Lo único que sabe es que debe comprar un lavavajillas para no tener que fregar (además recuerda la ilusión que sintió su mama cuando le regalaron entre todos los hermanos y el padre, el suyo).
No hace falta decir, que algo que jamás en la vida hará un hombre por su propia voluntad (tan solo si es coaccionado o chantajeado por su mujer), es la inmunda y absurda labor de limpiar los huecos que hay entre los baldosines de la cocina o el baño. Pero,¿ a quien le importa que eso este limpio o sucio?, por Dios Bendito, mas de una debería ir al psiquiatra a que le mandaran alguna pastillita contra esta psicopatía (enfermedad mental).
            5-COCINAR 
                      Soy perfectamente consciente de que los mejores chefs del mundo son varones, y también se que cada vez están más cerca las habilidades culinarias entre uno y otro sexo, es decir, cada vez hay más tías que no tienen ni puta idea de cocinar, fuera de cocer espaguetis y arroz.
Pero de momento y en mi generación al menos, ellas son más capaces de realizar estas tareas, ya que poseen los conocimientos tradicionalmente transmitidos de madres a hijas, en mayor o menor medida. Nosotros no poseemos ninguno, bueno tal vez ese honor que supone creer haber enseñado a tu madre, como funciona el microondas, demostrando que sabes leer y lo has aplicado al manual de instrucciones del mismo, así que te las das de listo sobre tiempos de cocción para el agua, el aceite (lo pone en el manual, así que date cuenta lo mucho que te quiere tu madre, que no te lo quita de las manos y te manda a tomar por culo, sino que te deja seguir dándole lecciones).
Vamos que no tienes ni puñetera idea de cocinar nada comestible, y es el Telepizza quien se convierte en tu salvador cuando te quedas solo en casa, no está mal comer comida italiana de calidad de vez en cuando digo yo.
Esta es una tarea no programada, porque el varón medio solo aprenderá hacer lo que su madre le enseñe o en su defecto su mujer, esforzándose mucho para conseguirlo, y probablemente, para evitar el comer ful durante meses, tu mujer te releva en esta actividad con la excusa de que tardas mucho, o que tienes poca variedad, pero vamos que el único objetivo es sacarte de la cocina para que dejes de maltratar su estomago y el de vuestros hijos, ya que el tuyo al parecer no se ve afectado por la mierda inmunda que cocinas y obligas comer a los demás.