jueves, 22 de mayo de 2014

AMISTAD


                                    Hoy analizaremos la manera de ser de los hombres respecto a la amistad con las mujeres, ya que como he defendido siempre, los hombres debido a la influencia del pene sobre nuestros cerebros, somos incapaces de ser amigos de una mujer a la que nos queramos “pinchar”.

Diferenciemos entre un hombre soltero y otro con pareja que esta “feliz y enamorado”, no hace falta tener en cuenta el caso del hombre emparejado pero infeliz y asqueado, ya que su “modus operandi” es exacto al del hombre soltero.


HOMBRE SOLTERO.

                   El nivel de exigencia medio de un varón soltero español, respecto a las mujeres, en una escala del uno al diez ( un cero sería Carmen de Mairena y diez Megan Fox, por ejemplo), suele ser de un cuatro, todas las chicas que están por debajo de esta puntuación no son deseables para nuestro individuo, y al no querer acostarse con ellas, pueden llegar a ser sus amigas. Digo que pueden llegar a ser, porque como pasa con todas las personas, para que puedan ser tus amigos tienen que caerte bien y que exista cierta química entre los dos, porque si no la tenemos, tampoco surge la amistad. 

Todas las chicas que están por encima del cuatro y hasta el siete u ocho, son las mujeres que se quiere pinchar y considera accesibles (bueno en realidad, tías accesibles considerara a las que se que quedan entre cuatro y seis, del ocho para arriba se acostaria con todas, pero considera que son completamente inaccesibles para él, auto castrar nuestras posibilidades es algo muy habitual en él género humano.

Dicho esto, tenemos que tener muy en cuenta el factor “alcohol”, ya que dependiendo del individuo y su grado de desesperación (lo mas o menos salido que este), beber mucho liquido de la felicidad, puede hacer que su nivel de exigencia baje del cuatro al uno, atacando a las pobres chicas que lo consideraban su amigo del alma. Todos conocemos miles de historias acerca de aquel “Manolito” que le intento meter zarpa a “Bartolita”, y esta le rechazo por que era su mejor amigo y nunca se volvieron a hablar porque él le quiso meter la lengua en la boca (y el pene si se hubiera dejado), y encima borracho como un gorrino.

Conclusión: un hombre soltero puede llegar a querer pasarse por la piedra a casi todo bicho viviente que se ponga a tiro, todo depende (como siempre) de su tasa de alcoholemia y de la temperatura de sus genitales.


HOMBRE EMPAREJADO FELIZ.

                          Un tío con novia y feliz sigue teniendo ojos, y sigue siendo un hombre, así que por naturaleza quiere propagar su semillita lo máximo posible, cosa que le hace sentir deseos sexuales por determinadas féminas. Estar feliz con su pareja quiere decir algo muy importante, está satisfecho emocionalmente (importante) y sexualmente (muy importante). Considera que su pareja alcanza una puntuación muy alta en su escala personal y eso provoca que haga caso omiso al resto de mujeres que lo rodean, sean más o menos atractivas.

Suponiendo que el nivel de exigencia suba a un siete, pues como antes, las tías que están por debajo pueden ser sus amigas, las que estén por encima podrán serlo dependiendo de lo enamorado que este de su churri, ya que el  grado de “amor”, puede hacer subir el nivel hasta el ocho o el nueve, haciendo que su chica sea casi la única que le haga “ponerse nervioso”.

Pero también dependiendo de la persona puede que las chicas por encima de siete le pongan tontorrón y en caso “etílico” acabe haciendo algo de lo que después se va a arrepentir (y mucho). De nuevo el alcohol puede jugar una mala pasada, pero bueno si te cepillas un ocho no te castigues tanto que menuda suerte has tenido cabrón.

Conclusión: La devoción por la persona amada y el alcohol, son lo único que influye en este caso, y puede hacer que las cosas se compliquen en mayor o menor medida. Aun así un hombre feliz con su pareja no pondrá en riesgo su relación por norma general, a menos que Megan Fox aparezca y le quiera comer la oreja.


Las mujeres catalogadas entre nueve y diez, son esas tías que salen en la tele, películas de cine y revistas, a las cuales jamás conocerás, y aunque lo hagas por casualidades del destino, para ellas no serás mas que una simple cucaracha con cara de rata (puaggg, que inmundo hibrido).