A quién de
nosotros no nos ha dado por hablar de este increíble tema: disponer de una
serie de habilidades magníficas, inigualables y superiores al resto de los
seres humanos. Ser Superman, Hulk, Batman (bueno éste no tiene superpoderes,
pero es archimillonario, habrá que conformarse con eso…). Disponer de una
capacidad que nos convierta en seres únicos, capaces de gestas increíbles, de
enormes hazañas.
Aunque
siendo realistas, cuando surge este tema a lo largo de nuestras vidas, siempre se
suele hablar de tener una serie de poderes, que precisamente en el noventa por
ciento de los casos no usaríamos en provecho de la humanidad, sino más bien en
beneficio propio.
Los más habituales
son estos:
-SUPER FUERZA-
Mítico superpoder, que
normalmente vendría acompañado de una transformación tipo culturista
profesional de nuestro cuerpo (pero sin pisar un gimnasio ni tocar una
mancuerna). Te conviertes en súper mazas así sin más, de la noche a la mañana.
Este poder, como no, trae consigo la invulnerabilidad clásica, en plan hombre
de acero, las balas te rebotan, nadie puede herirte y demás.
¿Qué uso debería darse a este don?
Proteger a
los débiles, pacificar las naciones en conflicto, unir a la humanidad bajo un
mismo manto de humildad, honestidad y respeto global, ser un ejemplo de honor
para pequeños y mayores y destruir el Camp Nou centímetro a centímetro (esta última
tarea puede ser opcional, aunque siendo sinceros es clarísimamente necesaria).
En
definitiva, convertirte en un chorra de película, que adora a los niños, las
abuelas y los animalitos. Vamos, un patán de tomo y lomo. Por supuesto, no
lucrarte en absoluto por tus actos, para demostrar al resto de mortales que tu
don es una responsabilidad enorme que usas para conseguir lo mejor para todos (dejando
claro que eres tonto de los cojones).
¿Qué haría cualquier hijo de vecino
con este don?
Lo primero
que se me pasa por la cabeza es ir a los sótanos de la empresa en la que
trabajas y reventar todos los muros de carga, ya sabéis, para echar el edificio
abajo, con dos cojones, y liquidar a todos los cabrones que durante años te han
estado puteando día tras día.
Como nuevo tío
supermegamazao comprarte ropa súper ajustada para lucirte delante de las
guarrillas que jamás te han hecho ni puñetero caso, y de paso lanzar un coche a
la estratosfera para dejarlas impresionadas.
Por supuesto
vengarte del tío que te ponía guapo a hostias en el cole, primero masacrando
sus bienes materiales y después pegándole una manija de sopapos que para qué,
pero sin pasarte, para que no muera en el proceso.
Buscarte un
trabajo de provecho, es decir, atracando todos los bancos que se crucen por tu
camino. Esto llamará la atención de los cuerpos y fuerzas de seguridad del
estado, pero te importa un mierda, tienes puta súper fuerza tío, nadie puede
pararte, ni con un misil nuclear. Nada ni nadie puede hacerte frente macho, así
que a pisar cráneos.
Tras unos años haciendo putadas a diestro y siniestro, siendo, te proclamas Rey del Mundo (porque la
tierra es tu planeta de origen) y del universo (porque todavía no ha llegado a
la tierra ningún soplapollas verde con antenas para hacerte frente, así que
hasta que no venga también lo eres). Te pillas una mansión chula, la llenas de
tías buenas y a vivir como un puto Dios toda tu vida, que seguramente sea mucho
más larga que la de cualquier ser humano, por el tema de la invulnerabilidad.
Dictador,
fascista y déspota. Así serás recordado a lo largo de la historia, pero joder,
con un poder tan grande, tenías que aprovechar y pasártelo de puta madre.
-PARAR EL TIEMPO-
Clásico entre los clásicos, todos
en algún momento hemos hablado tomando unas birras o fantaseando en un parque
mientras nos tomamos un litro (tengo que beber menos cerveza) con este don,
para poder hacer mil y una maldades, porque la verdad es que por muchas veces
que lo haya comentado entre zumo de cebada y risas, al final a nadie se le
ocurre hacer nada bueno con este superpoder.
Podemos
hacer lo que queramos. Que quiero tocarle el culazo a la rubia que se ha subido
al bus, chasqueo los dedos, se para el tiempo y me levanto y la pego un meneo
en el grijander que la dejo un moretón para un par de meses.
Que veo una
camisa súper bonita y súper cara en una tienda, “chas”, entro y me pillo la que
sea de mi talla, me la pruebo, toco un par de culos, vacío la caja
registradora, y de paso me llevo un par de vaqueros, unos zapatos, y las
carteras y monederos de los allí presentes (veis lo que quiero decir, lo que
haría sería robar, robar y robar, nada bueno).
Trabajar se
va a acabar, con ir robando a cada uno que se cruce por tu camino, tendrías
para vivir, aunque pensándolo bien, ni el dinero te haría falta en muchas
ocasiones, porque podrías entrar donde te saliera de los huevos y llevarte lo
que te diera la gana.
Pero en el
trabajo podrías ir a hacer toda clase de bromas pesadas, como por ejemplo,
cuando apareciera tu más odiado jefe, paras el tiempo, le bajas los pantalones
hasta los tobillos (si quieres también los gallumbos, depende si quieres verle
el pene, eso ya al gusto de cada uno), y no solo te conformas con eso, le pegas
un pedazo de bofetón con la mano abierta (o con cualquier objeto no mortal,
pero nada de guantes de portero de fútbol, que absorben los impactos y duele
menos) que le transformas la cara en un tomate, y después conectas de nuevo el
tiempo, y qué risa, el hijo puta de tu jefe humillado y gritando de dolor de la
pedazo de hostia que le has metido (jejejeje, sería inmenso).
Podrías ir
de fiesta cada noche, tomándote todas las copas gratis o pagándolas con el
dinero del pobrecito que tienes al lado, llegar a casa a las ocho de la mañana
y luego levantarte a y media para ir a trabajar fresquísimo, porque paras el
tiempo unas doce o trece horas para echarte un sueñecito.
Mil y una se
te pueden ocurrir, y las mil y una son como mínimo pícaras. Vamos, que son todo
putadas en mayor o menor medida. Sería un poder inmenso, y al final te
ahogarías en… qué coño, sería la leche y te lo pasarías de puta madre, no te
hace falta ni super fuerza ni nada.
-VOLAR-
Este poder es una PUTA MIERDA. Si
no va acompañado de súper fuerza no sirve para nada, si también la tiene, vale,
te compras un pijama azul, una capa roja y unos calzoncillos rojos (tipo slip)
para ponértelos por encima del pijama, y te pones SUPER PACO de nombre de batalla si quieres.
Sin súper
fuerza lo único que conseguirás es pegarle un susto de cojones a tus
familiares, y una vez dominado este don, que alguien de la calle te vea de aquí
para allá cual pajarillo y te denuncie por ir volando sin un motor a la chepa,
lo cual dará lugar a tu posterior secuestro por parte del gobierno
estadounidense y a ser sometido a toda clase de humillantes e indignas pruebas,
para averiguar cómo un gañán como tú ha conseguido tirarse por la ventana y
salir volando.
Después de
catorce años de esta vida de cobaya de laboratorio, no te quedarán ganas ni de
volar, ni de correr, ni de pollas en vinagre. Y eso, si sales con vida de los
laboratorios ultra secretos de los EE.UU. Lo más probable es que cuando te
dejen irte a tu casa te hayan lobotomizado para que no causes más estragos
delante de la opinión pública.
Así terminará
tu informe secreto (traducido al castellano):
“Tras someter al
paciente 33456_45-xaa-333, Emilio Pérez Palomares, a las distintas pruebas
establecidas por el doctor en jefe Montgomery y su equipo de científicos, hemos
descubierto que su poder está relacionado claramente con alguna mutación
genética que es imposible de reproducir en nuestros marines, 8324 casos
fallidos en el intento de aportar los poderes a nuestros hombres, encubiertos
como “bajas de guerra”. Por lo cual, mandamos al sujeto de pruebas
33456_45-xaa-333 de vuelta a su casa, ya que después de haberle hecho infinidad
de put...digo de experimentos no hemos conseguido los resultados deseados.
Por supuesto, le hemos borrado los recuerdos de
los últimos diez años que ha estado bajo nuestra supervisión, aunque viendo cómo
ha quedado, babeando en una silla de ruedas y con la mirada perdida en el
horizonte, no creemos que este individuo pueda acusarnos de nada y menos aún vocalizar
ni una sola palabra en lo que le quede de vida (que no va a ser mucha, la
verdad)
Doctor Edward B. Jackson
Con esto
queda todo claro, ¿no?, jodido y puteado, y eso si te pillan los americanos,
que como te trinquen los rusos, apaga y vámonos.