El
individuo que lo tiene en grandes cantidades es el más feliz de los
hombres, el que carece de él, o no dispone de la cantidad que
considera necesaria para cubrir sus necesidades, es un ser gris,
triste y preocupado, porque si algo está claro señores míos, es
que todos necesitamos pasta (billetitos y moneditas) y cuanto más
tengamos mejor para nosotros, lo malo es que siempre deseamos tener
más, así es la avaricia humana, insaciable, y con la pasta se
manifiesta en la mas miserable y cruel de sus formas, somos capaces
de traicionar, arrastrarnos, pelotear, pisotear y hacer cosas
miserables con tal de conseguir ganar mucha pasta.
Y
todo esto, para tener la mejor casa posible, el coche mas lujoso,
ropa de marca y un móvil carisimo con el que mirar Facebook, y usar
Whatsapp. Y así sentirnos muy por encima del resto de seres que no
disponen de nuestras magnificas posesiones, alcanzando la plenitud
personal y la felicidad.
Gracias
a Dios, no todos somos así, y por eso existe tanto hijo de puta
forrado, que aprovechándose de la buena fe y la honestidad de muchas
buenas personas se montan en el dólar y se llegan a convertir en
figuras influyentes de nuestra sociedad.
Cuando
eres un niño,
el dinero no representa un gran problema, no te preocupa, siempre y
cuando tu familia disponga del sustento necesario para poder vivir
con dignidad,si tus
viejos
están sobrados tampoco pasa nada, mejor que mejor.
Salvando
los extremos, cuando eras un niño, te conformabas con poco, tu madre
te soltaba veinte duros ( dos euros de hoy en día) y eras el crio
más feliz del mundo, tenias para un refresco y pipas, o para unas
cuantas chucherías. Si te sobraba algo, pues te comprabas unos
cromos o te lo ahorrabas para pillarte un cómic (si amigos, antes
con cien pesetas se podían hacer un millón de cosas más que ahora
con un euro de mierda). No te hacía falta gran cosa, tus gastos
básicos estaban cubiertos y tu afán consumista estaba durmiente por
el momento, solo tu necesidad de azúcar te empujaba a gastar dinero.
Parece
mentira pero a medida que un crece, su necesidad de tener más pasta
es proporcional, es decir cuando tienes dieciséis años necesitas
dinero para la ropa de pokero, los cigarretas, el calimocho, para la
entrada de la discoteca… Cuando cumples veinticinco necesitas más
aun (cambias los litros de birra por el Brugal con limón) para
comprarte un coche, pagar las cenas románticas con la churri, el
tabaco y demás. A los treinta para cambiar de coche, comprar una
casa, casarte,
etc.
En
fin que la vida es un gasto continuo, progresivo y permanente, pero
cuando finalmente eres libre para disfrutar de tu vida, es decir
cuando te jubilas, te dejan los bolsillos medio vacíos, pero eso sí,
tu “abono transportes” es muy barato y puedes hacer viajes
baratos con el Inserso, que bien, ¿no? (pretendía ser sarcástico).
Todos
sabemos que el dinero por sí mismo no da la felicidad (bueno, eso es
lo que se suele decir),
pero siempre ayuda (nos ha jodido).
A mí este topicazo siempre me ha sonado como un intento cutre de
hacernos creer
a los pobres que con el amor y la felicidad que nos aportan los
nuestros, podemos tener una
buena vida, plena y satisfactoria, mucho mejor
que si tuviéramos casas, mujeres, coches, joyas, viajes y dinero a
destajo. A mí que me suelten la pasta, que ya te digo yo que seré
feliz, si tuviera yo ocho o diez Aston Martin, setecientos millones
de euros en el banco y un Jet privado….sería tan desgraciado….,
y si no consigo
ser feliz,
seguiré
esforzándome invirtiendo en mujeres, cochazos, viajes y mansiones.
Yo
nunca he visto a un tío forrado decir “dono todos mis bienes a los
niños africanos, porque voy a trabajar de ocho de la mañana a ocho
de la tarde, de lunes a sábado, en una tienda de caramelos por 550
euros al mes”. Es cierto que personas “megaultrasuperforradas”
han hecho grandes donaciones de dinero, pero vamos es como si yo dono
dos euros para los pobres, es decir, les sobra tanto el dinero que lo
que para nosotros es una burrada de pasta, para ellos es calderilla,
además seguro que haciendo estas cosas blanquean dinero o les
desgrava en los impuestos (que a mi estos no me timan). Nadie suelta
la pasta sin beneficiarse por ello, y menos aun todas las
multinacionales que dan becas para estudios universitarios, que dan
grandes ayudas económicas para los países del tercer mundo y ese
tipo de cosas. Lo hacen para lucrarse sin ningún tipo de decencia o
dignidad en sus actos, aparentemente altruistas.
Está
claro que el amor no lo compra el dinero, o eso creo, pero tener que
vivir toda tu vida pendiente de que te ingresen una cifra en tu
cuenta bancaria para poder hacer frente a todos los problemas que se
te presentan, es una putada, y encima que te cobren intereses
abusivos, es para coger a los hijos de puta de los bancos ( menos a
mis amigos que curran en alguno) y cortarles las pelotas. Encima de
que estas jodido, te están metiendo un hierro al rojo por el culo,
que no te sacaran hasta que hayas pagado hasta el último euro de tus
deudas, y si no lo haces, ya responsabilizaran a tus familiares de
tus impagos, para que ocupen tu lugar y aflojen la tela. Pero así es
el mundo que nos ha tocado vivir. El que tenga pasta que disfrute de
ella y el que no, pues a seguir echando el “euro millón”, con
suerte en alguna reencarnación puede que te toque y salgas de pobre.
Por
último comentar la típica coña entre amiguetes, poniendo precio a
comerse una cucaracha, o dejarse hacer alguna cochinadita sexual a
cambio de dinero. Todos nos ponemos dignos y decimos “ni por un
millón de euros lo haría”. Lo que me iba a reír si le pusieran
en los morros el millón a mas de uno, iban a comerse kilo y medio de
sapos, hormigas, grillos y lo que hiciera falta y encima con una
sonrisa de oreja a oreja y relamiéndose por su increíble buena
fortuna.
PODEROSO
CABALLERO ES DON DINERO