domingo, 12 de junio de 2011

¿SIGUES INSULTANDOME?




                            Prometí una continuación de la magnífica entrada titulada “¿Por qué me insultas?”, aquí tenéis algunos clásicos mas, espero que os riais mucho y os divirtáis.


  HUELES MAL

                  Todos conocemos el típico chaval que en el cole o en el instituto pues era un poco o mucho mas cerdo de lo normal, porque la mayoría éramos unos gorrinos, pero este tío en particular pues tenía más aguante para no cambiarse los gayumbos, no lavarse el pelo, el ojete, las orejas, vamos para  no ducharse en general, también le encantaban sus mocos, la cera de sus oídos y cualquier ñordo que se le acumulara bajo las uñas (todo iba para la boca). Muy propensos también a compartir sus gases con los que le rodeaban (nadie quería sentarse detrás de ellos en clase), así como sus eructos choriceros con una halitosis terrible e inmunda. Una serie de cualidades dignas de un príncipe de los “Orcos”, que no las quisiera nadie para sus hijos.

Tíos raros, con negras historias a sus espaldas, en plan “el chico que se cago encima en segundo de EGB” y cosas así, rechazados por el noventa por ciento de la gente que les rodea, siendo el diez por ciento restante que les aceptan, sus familiares y otros dos colegas cerdacos como él, puede que con el tiempo mejoren al descubrir la combinación del agua con el jabón y sus múltiples aplicaciones corporales, pero será la necesidad de mantener relaciones sexuales, lo que les motivara a una mejora sustancial en su higiene personal (aunque algunos ni por esto cambian).

No se debería ensañar nadie con esta gente porque son personas, pero más de uno se lo gana con su propio esfuerzo, siendo un autentico guarro, tirándose los pedos mas pestosos y oliendo y vistiendo como un cerdo cerdoso.



ERES UN CHIVATO

               Normalmente el que apunta maneras como “trepa” profesional lo hace desde la tierna infancia, les gusta malmeter a unos contra los otros, ser la mano derecha del profesor, pero no haciendo cosas buenas por su cuenta, beneficiando al conjunto, sino siendo una larva maligna y pestosa que tan solo quiere hundir al resto, envenenando los oídos del profe, con tal de contar con privilegios respecto al resto de compañeros, algo que harán exactamente igual en el trabajo cuando sean adultos (Leer “Gente chunga” en mi blog, donde trato el tema de los “trepas” con mayor profundidad).

Estos tíos son los únicos que se merecen que les machaquen sin piedad, porque son lo peor que uno puede echarse a la cara, ya que reúnen desde la juventud las peores cualidades de un ser humano, ya que no solo se chivan de todo lo malo que hacen los demás, sino que en muchas ocasiones, inventan o tergiversan la realidad con el objetivo de pisar la cabeza de los individuos que les superan.

Llorones, amanerados, crueles y malvados, son los trepas del futuro, su credo es el odio, su objetivo destruir al prójimo y su mayor anhelo que los demás les admiren y respeten, cosa que jamás conseguirán, porque la chusma que es así tiene una mirada diferente, llena de falsedad, que el resto de humanos sabe distinguir, dando “mala espina” a todos los que les conocen.

Así que si de pequeño les dan palizones por llorones, chivotas y pelotas que se jodan, porque se los ganan, así que duro y en la cabeza.



ERES UN BRASAS

             Si me dieran una moneda de un euro por cada brasas masculino y femenino que conozco o he conocido, probablemente tendría un Audi TT esperándome en la calle, frente a mi portal.

La mayoría tienen problemas de ansiedad y sicosis compulsiva, están muy nerviosos, necesitan hablar de algo o expresar sus preocupaciones sin pensar si es el momento o si te interesa lo mas mínimo, cuentan su vida, sus problemas, sus preocupaciones, sus objetivos……….todo lo que les viene a la cabeza, pero no poco a poco, y de forma natural con el transcurso del tiempo, sino todo a la vez y en menos de una hora (debo añadir que la mayoría de la gente brasas, tiene una capacidad innata para hablar a toda leche). Son muy pesados, no paran de rajar, de contarte cosas que puede que al principio tuvieran sentido, pero después al seguir divagando ya no sabes a que viene toda la chapa que te está cayendo encima sin comerlo ni beberlo.

De pequeños son los clásicos que la gente tiene un poco apartados, porque como abran la boca, te pegan una charla sobre los deberes, sus juguetes y sus padres, que si fueras pedagogo infantil pues debuti, porque al menos te pagarían por escucharle, pero como no es así, y eres un crio pues no te apetece oír a un pesado contándote sus rollos.

Se les mete baza, pero en menor medida, no vaya a ser que confundan los insultos y los collejones con señales de “amistad agresiva”, y se te peguen como sanguijuelas durante años, y por mucho que les pegues y les putees jamás se separan de tu lado.

Por último, diferenciar en este caso entre hombres y mujeres:

Braseador masculino:

Suele ser bastante menos pesado que el femenino, pero igualmente cansino y desesperante, el clásico tío que no para de hablar de futbol, o de coches, o de sus estudios, o de sus actrices porno preferidas. El varón afectado de este mal suele ser por norma general monotemático, no suele extender su brasismo a varios temas que estén muy diferenciados, es decir, el que es un pesado con los coches, no suele serlo con las series de televisión por ejemplo, lo es solo con sus miles de temas referidos a la automoción. Pero vamos que entre los tíos también hay más de uno que es diabólico y puede hacer que sangren tus oídos.

Braseador femenino:

El rollo ese de las tías de que pueden hacer varias cosas a la vez, queda de sobra demostrado a la hora de dar el coñazo, ya que pueden tocarte los huevos con cincuenta cosas a la vez, y brasearte para cambiar tu forma de actuar de una forma precisa y eficiente (de ahí que podamos afirmar que lo usan como un arma).

Una tía suele ser más peligrosa, porque encima os encanta hablar, por ello normalmente es más fácil encontrar a una o varias “brasas” en un grupo de mujeres. Les es más fácil mezclarse entre las de su sexo, debido a la costumbre de las chicas de “hablar por los codos”, pero al final se suelen descubrir debido a que suelen ser más compulsivas y enervantes que el resto de la pandilla.

Si una tía brasa te pilla por banda utiliza el viejo truco de pensar en tus cosas, en tu equipo de futbol favorito y repite una y otra vez en tu cabeza (mientras ella no para de hablar)….” Con el uno Iker Casillas, con el dos Sergio Ramos, con el tres…..”



ERES CABEZON

              Este insulto siempre resulta especialmente doloroso, que la gente se pare y te llame “perolo” o “micrófono”, o “burbuja”, o “cabezabolo”, es muy hiriente, te toca profundamente la moral. Pero debemos reconocer que como hay feos y tontos, por cuestiones de nacimiento, pues también hay gente que tiene una cabeza sobredimensionada respecto a su cuerpo, y además es un problema muy evidente, ya que la peña que tiene el Bartolo gordo, pues se le ve rápido el defectillo.

Nada tiene de malo tener la cabeza un poco más grande de lo habitual, a lo mejor cargas con más masa cráneo encefálica que los demás, o bien tienes un arma de destrucción masiva sobre los hombros. Pero los cabroncetes de turno no lo pasaran jamás por alto, lo utilizaran para hundirte en la miseria y anular tu personalidad (a menos que sueltes un par de cabezazos aquí y allí, y revientes un par de dentaduras mal desarrolladas).

Todos conocemos algún chaval que ha sufrido esta persecución cuando niño en el colegio debido a su perolo, algunos con los años desarrollan un espalda más acorde con su tema, otros la consiguen en el gimnasio, otros se plantan en el metro noventa de estatura y se proporcionan, y otros pues se quedan en metro cincuenta y tienen una puta cabeza que parece un globo aerostático (la vida puede ser así de zorra en algunas ocasiones).

Lo peor de todo, es que muchas veces un tío con un melón considerable atacara a otro con tal de no ser él, el que obtenga el título de “Cabezón de la clase”, en lugar de unirse y aunar fuerzas se destruyen entre ellos, una pena, pero así es la naturaleza humana…. “mejor tú que yo”.





Si se os ocurre alguno mas, pues me lo ponéis de comentario, si veo que se puede, hare otro más,  pero necesito inspiración señores/as.