martes, 2 de abril de 2013

ENTREGADOS Y RECEPTORES

 


                    En el mundo de la pareja esta más que claro que es muy, pero que muy complicado, saber que hacer o cómo reaccionar en cada momento o situación. Nos comportamos como primates usando el “ensayo y error” como táctica habitual, es decir que la cagamos cuarenta mil veces, hasta que le cogemos el “puntito” a nuestra “media costilla”.

Ahora bien en función de las cualidades amatorias de los componentes de la pareja, nos encontraremos con individuos más “entregados” y otros menos, más “receptores” que otra cosa.

Entregados: personas muy detallistas, atentas y leales, cuyo principal y único objetivo es conseguir la felicidad de su persona amada. Llegando a ser en algunas ocasiones un poco “brasas” o “pegajosos”. Buscan  el cariño y aprobación de su pareja en todo momento (en mayor o menor medida dependiendo de cada persona).

Receptores: leales y honrados, pero con una necesidad innata de cariño y atención por parte de su pareja, necesitan sentirse muy presentes en la vida del otro y recibir un constante flujo de detalles y muestras de amor de su “Manolito”. Su gran defecto es que no aportan a su “media costilla” lo que ellos mismos la exigen, así que suelen ser mucho más conflictivos que los “entregados”. Piden mucho y dan poco por norma general.

Los “receptores” dan caña a su chico/a y así también generan su interés, ya que muchas personas necesitan ese “paso de ti” para mantenerse activos en la relación y poder aportar lo suyo.

No hace falta decir que surgen distintos tipo de combinaciones en función de las personas que se junten y que nos permite ver con claridad el destino de una pareja en función del carácter “entregado” o “receptor” de los miembros de la misma.

 

1-Entregado y Receptor.

               Una mezcla estable en principio, uno llena al otro con todo su cariño y amor (entregado), el otro le aporta en menor medida y a cuenta gotas (receptor). Lo lógico es que con el tiempo se equilibren, el primero sea más receptor y el segundo más entregado.

Si el funcionamiento de la relación solo implica un perenne esfuerzo del “entregado” por hacer feliz al otro, al final la cosa se irá a freír espárragos o le diagnosticaran medicamente un enfermedad mental al “entregado”.

Está claro que uno puede dar sin esperar nada a cambio, así debe ser en un principio, pero también es muy cierto que uno por muy enamorado que este al final acaba aburriéndose de dar sin recibir nada en especial del otro (y de soportar sus exigencias).

Consejo: que el “receptor” se compre un gato, así te tocara menos las narices.

Lo bueno es que si los dos se equilibran las cosas entre ellos pueden funcionar, al evolucionar juntos todo se pega, menos la hermosura (que se lo digan a Victoria Bekham, que fistra es la pobre).

 

2-Entregado y Entregado

             La pareja más empalagosa, si no se dicen cada diez minutos que se quieren y se aman se siente infelices, les duele la distancia física que les separa y les impide abrazarse y besarse, se colman el uno al otro de detalles amorosos y de cariño.

En principio es una unión muy prometedora, el gran peligro es la posible “mutación” de uno de sus miembros, es decir, el paso de “entregado” a “receptor” de uno de ellos, hecho que puede destruir rápidamente la pareja, al dejar de recibir una de las partes sus dosis de amor y cariño, y ver como su “media naranja” solo le exige y le echa cosas en cara, este pobre se replanteara muy seriamente la situación (que la mandara a la mierda vamos).

No se puede pasar de “La casa de la pradera” a “Alíen vs Predator” de la noche a la mañana, el entregado no mutado no quiere a una receptora así que lo más probable que la relación acabe o peor aun que se produzca una “doble mutación” con las peores consecuencias imaginables que no es otra que:

 

3-Receptor y Receptor.

                Aquí alguien se ha disfrazado de “entregado” ya sea porque está muy buena su churri (caso general de los receptores varones) o que tiene mucho dinero (caso general de la fémina receptora).

Un receptor “enmascarado” de entregado es un ser muy peligroso, ya que al no ser lo que finge y dar a cambio de nada, en su interior se va generando un gran rencor hacia su pareja, solo el “interés” le mantiene en esa posición (amargándole la vida).

Aquí no existe la posibilidad de la mutación, es tal la mala sangre acumulada que o bien todo sigue más o menos igual, con el consiguiente envenenamiento del bobainas de turno, o bien se produce una explosión termo-nuclear y a tomar por culo todo. Dos formas de explotar en función del sexo del receptor enmascarado:

-      Si es hombre: A la mierda, está muy buena, pero le debe tantos detalles y gestos de amor, que no puede soportar no ser recompensado por sus actos. Y aunque se arrepentirá la dejara sin más (se arrepentirá porque menudo culo tenia la tía, no por nada mas).

-      Si es mujer: consigue que le haga dos o tres hijos, luego le deja y se queda con todos los bienes del patán de turno. Su gran venganza será el punto y final a su “opera prima”, vamos que la tía es maligna, le jode la vida, se queda con el BMW, la casa y la pensión de los niños (las mujeres son mas listas).
 
Si no se ha dado ningun "enmascaramiento" por parte de ninguno de los dos, el resultado sera una relacion muy dificil en la que a menos que uno de los dos consiga ser mas entregado, o ambos a la vez, es muy dificil que funcione (relación tortuosa para los dos).

 

Todo esto son generalidades, pero muy reales, lo mejor es encontrar a alguien que día a día te demuestre que te quiere y que te necesita, pero claro demostrándoselo tú a esa persona también…..no sea que te conviertas en un “Receptor”.