martes, 3 de mayo de 2011

TAREAS NO PROGRAMADAS



                           
                                        Es una gran realidad que nosotros los hombres no somos capaces de realizar determinadas labores con una eficacia y eficiencia tan altas como las que pueda obtener una mujer, puede que sea por patrones genéticos o intelectuales (estamos diseñados para cosas distintas e impedidos parcial o totalmente para otras). Voy a enumerar algunas de estas “Tareas no programadas” en los cerebros masculinos.

1-    PLANCHAR

               Esta sobradamente demostrado que un hombre con una plancha tiene tanto o más peligro que un mono con una pistola, y no es debido a la complejidad de esta tarea (que la tiene), sino a la clarísima falta de habilidad por nuestra parte, agravada por la tendencia de la mujer a mitigar nuestra torpeza, supliéndonos inmediatamente en esta labor, la falta de paciencia para enseñarnos, por parte de ellas, imposibilita adquirir las capacidades exigidas para desarrollar esta función.
Normalmente cuando dos personas (de sexos distintos) se van a vivir juntos, planchar suele recaer sobre la fémina en un 99,97% de los casos.
         2-FREGAR (la cubertería)
                    Fregar es una tarea que gracias a los adelantos técnicos introducidos por el hombre en nuestra  sociedad, es decir, el lavavajillas, debería estar completamente suprimida.
“Cari friega las cositas de la cena”, pues no, vacio o lleno el aparato (lavavajillas), o bien se lava lo que hay dentro o empezamos a llenarlo de nuevo, pero mojar nuestras delicadas manos y someterlas a cambios de temperatura y a productos de limpieza dañinos para las mismas es algo inhumano en el siglo XXI, e innecesario.
Y aun así, si caemos en el trabajo manual, un tío siempre realiza esta tarea con una efectividad menor que una mujer, por varias razones, utilizamos mas jabón (bastante más), no lo limpiamos todo al 100% (siempre dejamos algo de broza en algún plato). Esta es la realidad, pero al menos a traves de la ciencia hemos intentado mejorar la vida de toda la sociedad, y no solo con el lavavajillas, sino con todo tipo de productos para limpiar los cacharros.

           3-BARRER Y FREGAR (los suelos)
                     Evidentemente barrer es algo sencillo, para todos los públicos, nadie puede tener problemas para hacerlo correctamente, algunos tienen más clase que otros al usar la escoba, pero es algo fácil de hacer, ya que solo es cuestión de atrapar la ful y recogerla, y aquí es donde me gustaría hacer una puntualización, para que narices voy a estar yo eslomandome como un cochino para recoger la mierda con el recogedor, cuando puedo pasar la….ASPIRADORA, otro invento del hombre para hacer mas cómoda la vida de todo hijo de vecino.
Pero claro la mujer considera que para las pequeñas pasadillas no hay nada como pasar la escoba por casa (en fin, a barrer).
Fregar el suelo es un coñazo, y encima dejarlo reluciente y sin ningún tipo de marca es duro y penoso, requiere un gran esfuerzo de observación e insistencia por nuestra parte (dándole a la fregona a saco para quitar el manchurraco inmundo de turno). Además fregar siempre trae consecuencias malignas, ya que siempre te sueles dejar el tabaco en la habitación que has limpiado en último lugar y claro, no puedes pisar el suelo porque esta mojado y te toca joderte por haberlo olvidado allí, lo ves encima de la mesa, tan solito, pero no puedes llegar, porque no hay nada peor para tu mujer, que un suelo limpio con tres huellas nítidas de tus pies, marcando el camino del marco de la puerta hasta la mesita del fondo (lugar donde te habías dejado el tabaco, y ella lo sabe).
          4-LIMPIAR EL BAÑO Y LA COCINA.
                   No son nuestro punto fuerte tampoco, tal vez el baño es algo más sencillo, tan solo tiene la complicación del cristal, que aunque parezca mentira es mayor que limpiar la taza del váter, a esta última con echarle lejía y darle con el “cepillo de dientes” ese gigante que suele tener al lado, se suele sacar toda la “mierda” que quede cariñosamente pegada a su regazo. Lo del espejo tiene su explicación, todo lo que se introduce en el baño y se puede utilizar frente a él, mientras nos miramos, pues lo mancha, por ejemplo al lavarnos los dientes salpicamos el cristal con babas mezcladas con pasta dentífrica, que nos peinamos, pues salpicamos con la gomina o con agua, que nos echamos colonia pues lo manchamos igual con ella, que te comes un bocata panceta frente al espejo pues el espejo lleno de aceite y grasaza, al afeitarte más de lo mismo, etc.
Con ello quiero decir que todos estos residuos que quedan se suelen secar y pegar a conciencia en el cristal, convirtiéndose en manchas muy duras de sacar, si eres hombre, porque si eres mujer, no hay problema, lo limpia en dos o tres minutos, le da cuatro o cinco pasadas y limpio como los chorros del oro. Un hombre se puede pegar una hora dando pasadas y al final el espejo refleja un Picasso, es decir, tu reflejo deformado por la extensión de los manchurrones del cristal en todas direcciones. Y bien sabe Dios que no hay manera de sacarlo, si vives solo, y llegas a este punto, cómprate uno nuevo.
       En la cocina pasa algo similar, los fogones y las vitroceramicas son victimas diarias de tu dieta insana, se ven manchados por tomate frito, aceites, grasochas, restos de todo tipo de fules y demás. Todo esto se pega y solidifica, y claro al final para limpiarlo necesitas la ayuda de los dioses del Olimpo. La explicación es muy sencilla, ¿porque un hombre llega a esta situación tan penosa y lamentable?, debido fundamentalmente a su educación, no se puede pedir a un tío, que durante su infancia, su adolescencia y su madurez, solo entraba en la cocina para visitar la nevera, beber agua o preguntar a su madre “¿Esta ya la comida mama?”, que tenga la mas mínima idea de cómo mantener la limpieza, el orden y la sanidad dentro de una cocina. Para él es un lugar de culto, el templo de su madre (ella pasaba mucho tiempo allí), un sitio que respetar y admirar, pero del que no tiene ni puta idea de cuidar….. Lo único que sabe es que debe comprar un lavavajillas para no tener que fregar (además recuerda la ilusión que sintió su mama cuando le regalaron entre todos los hermanos y el padre, el suyo).
No hace falta decir, que algo que jamás en la vida hará un hombre por su propia voluntad (tan solo si es coaccionado o chantajeado por su mujer), es la inmunda y absurda labor de limpiar los huecos que hay entre los baldosines de la cocina o el baño. Pero,¿ a quien le importa que eso este limpio o sucio?, por Dios Bendito, mas de una debería ir al psiquiatra a que le mandaran alguna pastillita contra esta psicopatía (enfermedad mental).
            5-COCINAR 
                      Soy perfectamente consciente de que los mejores chefs del mundo son varones, y también se que cada vez están más cerca las habilidades culinarias entre uno y otro sexo, es decir, cada vez hay más tías que no tienen ni puta idea de cocinar, fuera de cocer espaguetis y arroz.
Pero de momento y en mi generación al menos, ellas son más capaces de realizar estas tareas, ya que poseen los conocimientos tradicionalmente transmitidos de madres a hijas, en mayor o menor medida. Nosotros no poseemos ninguno, bueno tal vez ese honor que supone creer haber enseñado a tu madre, como funciona el microondas, demostrando que sabes leer y lo has aplicado al manual de instrucciones del mismo, así que te las das de listo sobre tiempos de cocción para el agua, el aceite (lo pone en el manual, así que date cuenta lo mucho que te quiere tu madre, que no te lo quita de las manos y te manda a tomar por culo, sino que te deja seguir dándole lecciones).
Vamos que no tienes ni puñetera idea de cocinar nada comestible, y es el Telepizza quien se convierte en tu salvador cuando te quedas solo en casa, no está mal comer comida italiana de calidad de vez en cuando digo yo.
Esta es una tarea no programada, porque el varón medio solo aprenderá hacer lo que su madre le enseñe o en su defecto su mujer, esforzándose mucho para conseguirlo, y probablemente, para evitar el comer ful durante meses, tu mujer te releva en esta actividad con la excusa de que tardas mucho, o que tienes poca variedad, pero vamos que el único objetivo es sacarte de la cocina para que dejes de maltratar su estomago y el de vuestros hijos, ya que el tuyo al parecer no se ve afectado por la mierda inmunda que cocinas y obligas comer a los demás.