Cuando me refiero a estas “taras” no me refiero a mujeres que son madres, ni que sean feas o gordas, mayores, ni tampoco tontas o faltillas, a lo que yo voy es algo más profundo y mental.
Este tipo de mujer se detecta entre los 28 y los 34 años, es durante este tiempo, cuando se desata en el interior de más de una, algo que podemos denominar como una “ansiedad por encontrar pareja”, por echarse un novio. Necesitan una vida en común, opciones de futuro con un “Bartolito”, la posibilidad de crear un proyecto a largo plazo con alguien, es decir, necesitan básicamente no quedarse atrás respecto a sus amigas, primas, compañeras, tias,etc. Ya que estas tienen maridos, viven con sus parejas (tienen hipotecas), son madres, etc. Es decir, tienen responsabilidades adultas plenas.
Un hombre puede estar toda su vida felizmente bebiendo birra, viendo futbol, jugando a la Ps3, riendo con sus amigos y teniendo romances esporádicos con unas y con otras. Una mujer vive la vida por etapas, si no puede dar el siguiente paso, en este caso, conseguir que un imbécil se endeude de por vida con ella, y la soporte cada día, regalándole el oído con “te quieros” diarios, no puede ser feliz y se frustra.
Quedar por detrás del resto de sus conocidas es algo terrible para una fémina, son muy competitivas entre ellas, no puede ser que la gorda de la “Chari”, que además es fea y tonta, tenga un marido con un buen trabajo, este embarazada de cuatro meses y encima viva en un chalet en Majadahonda, mientras tú que eres más lista, guapa y delgada, vives con tus padres y llevas tres años soltera desde que dejaste a “Paquito”, y lo peor es que todas las demás están con la frasecita de “ Manoli, pues con 28 años vas a tener que darte prisa para encontrar novio”. Es en estas circunstancias y si se cumple con el requisito de la edad, cuando una tía empieza a ponerse nerviosa con lo de tener pareja (cuando su tara empieza a ser visualizada por los hombres).
Muchos os estaréis preguntando a que me refiero con el tema de que nosotros mismos percibimos las taras de las susodichas afectadas. Muy sencillo, usemos la lógica aplastante, preguntaros a vosotros mismos que es lo que pensáis cuando conocéis a una tía entre 28 y 34 años que está soltera y encima esta buena (y por supuesto que no es lesbiana)
En primer lugar uno debe preguntarse lo siguiente (una vez se nos pase el calentamiento mental inicial): ¿Cómo puede una tía que esta tan bien estar soltera a su edad sin ser homosexual?
Esta es señores la pregunta clave que todos nos hemos hecho alguna vez, cuando hemos conocido a una mujer así. Lo terrible no es la pregunta en sí, más bien las respuestas que podamos obtener al pensar mínimamente, o al hablarlo con algún colega de confianza.
Varias conclusiones podemos extraer:
1- Esta soltera todavía porque es una “LOCA”, es decir, no está en sus plenas facultades mentales.
2- No llega a loca, pero es “INSOPORTABLE”, por su carácter o su forma de convivir, no ha habido dios que la haya soportado, por muy buena que este.
3- Es “SUELTECITA”, vamos que es una guarra, que le gustan más los tíos que a un tonto un boli de Mazinger Z.
Evidentemente estas tres conclusiones son combinables entre si, es decir, puede ser una guarra y estar majara, o bien ser una tía insoportable y una zorra encima, o de lo loca que es, ser también insoportable, etc. Tenemos una gran variedad de combinaciones.
Parece frívolo que los tíos podamos pensar esto con solo conocer a una mujer guapa, pero es porque ya tiene una edad, en la que por lógica, debería tener como mínimo un noviete y ser la típica brasas que te cuenta donde está deseando ir a vivir con su “Bartolito”.
Por supuesto hay una gran cantidad de excepciones, que confirman esta regla, una tía buena o maja que ha estado cinco años en coma, no es que tenga tara (en principio, habrá que ver porque ha estado tan mal, y luego valorar el riesgo que implica intercambiar fluidos con ella), es que ha estado jodida y no ha podido tirar para adelante.
Además son ellas mismas las que descubren sus cartas, me refiero a que una mujer cuando tiene prisa por algo se le nota, antes o después. Y cuando tiene prisa por conseguir alguien especial con el que compartir su vida, y lo necesita ya, no tardara mucho en localizar un objetivo y lanzarse a muerte a por él.
El proceso selectivo del individuo será más intenso, menos variado y reducido en cuanto a la duración, a la mínima que encuentre un prototipo de tío que sea buena persona, tenga un trabajo digno y sea manejable ( o al menos así lo crea ella), pues a por él con todas sus armas de mujer. Pero es durante este proceso de enamoramiento cuando el supuesto cebollino, piensa, y llega a conclusiones bastante coherentes, sobre todo cuando ya se ha jartado de follar con la tía esta.
Y piensa el buen hombre:
“Pues sí que me va bien, no paro de follar, además con una tía que no está nada mal, que es supercariñosa, amable y entregada en la cama. Pero lo que me parece raro, es que al poco de conocernos ya me llevo al catre, y bueno llevamos quince días “saliendo” como dice ella y me ha dicho que me quiere, y que se está enamorando de mi, pero la verdad es que yo no creo que me este enamorando de ella, si algo estoy es cansado, pero normal, llevaba tres meses a pan y agua, y de repente me veo follando trece de los últimos quince días de mi vida…..”
Y ojala para muchas aquí acabara la reflexión del menda de turno, pero no es así, a veces después de hablar con su amigo “Paco”, o seguir pensando, el mismo llega a la conclusión antes citada.
“Que tía más pesada no para de mandarme sms, llamarme al móvil y a casa, que si me quiere, que si la quiero yo, que si patatín, que si patatan, pero si solo me acostado con ella unas cuantas veces y no somos novios ni leches, vamos que a mi esta no me lía, que ya me dijo Paco, que una tía así de buena a esa edad, como coño iba a estar soltera, que tenía que ser insoportable o estar un poco majara, o lo peor de todo ser una golfa. Pues si espera que yo sea el gilipollas que cargue con ella lo lleva jodido, a ver si quedamos y la mando a tomar por culo…..”
Al final la cosa no funciona por la ansiedad de la fémina de querer avanzar demasiado deprisa con el primer hombre que le parece apropiado, sin pararse a pensar si lo es, o si ella es lo que él busca.
Es peligroso intentar buscar alguien especial con prisas, uno debe ser paciente y selectivo a la hora de encontrar una persona con la que compartir su tiempo y quién sabe si también el resto de su vida, no se puede ir a saco chicas sobre todo a ciertas edades……. o acabareis siendo “Mujeres con Tara”.
